Visión de conjunto:Sasuke recuerda sus encuentros con Itachi, desde el momento en que regresó a Konoha para capturar al Kyūbi hasta su vuelta a la vida por medio del Edo Tensei, encomendándole nuevamente a la aldea y recordándole lo mucho que le ama. Los efectos de Tsukuyomi Infinito desaparecen y el equipo siete se prepara para la batalla contra Madara, quien afirma que ha acabado con las guerras ninja y creado el paraíso shinobi, convirtiéndose así en el salvador. Todo parece estar a favor de Madara cuando Zetsu Negro atraviesa el corazón del Uchiha y le explica que ha estado equivocado, pues no es el salvador y tampoco ese es el fin, sino que es un simple peón encargado de cumplir la voluntad de Kaguya Ōtsutsuki; le explica el engaño del que ha sido parte al haber mal interpretado el monumento de Rikudō Sennin (modificado antes por Zetsu negro) así como la verdadera intención del Tsukuyomi Infinito, que ya había sido utilizado en una ocasión por Kaguya, el cual, lejos de ser la herramienta para soñar con la paz mundial, es la técnica para acumular una cantidad gigantesca de chakra y que eventualmente todos aquellos atrapados en él, se convertirán en soldados de Kaguya, los Zetsus blancos. Madara comprende que ha sido engañado pero ya es muy tarde. Entretanto, Naruto y Sasuke tratan en vano de detener la transformación y terminan inmovilizados por el cabello de Kaguya mientras son testigos de su renacimiento.
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